La obtención de la nacionalidad canadiense implica un proceso que permite a los residentes permanentes convertirse en ciudadanos de pleno derecho de Canadá. Para poder optar a ella, los solicitantes deben haber vivido en Canadá como residentes permanentes durante un periodo determinado, normalmente al menos 1.095 días de los últimos cinco años anteriores a la solicitud. También deben haber declarado sus impuestos durante al menos tres años dentro de ese periodo de cinco años, haber demostrado un conocimiento adecuado del inglés o el francés y haber superado un examen de ciudadanía sobre la historia y los valores canadienses. Además, los solicitantes de la nacionalidad no deben estar sujetos a órdenes de expulsión ni a prohibiciones penales. El proceso de solicitud incluye la presentación de los formularios de ciudadanía correspondientes, la presentación de documentación justificativa y la asistencia a una prueba de ciudadanía y a una entrevista si es necesario. Una vez aprobada la solicitud, los solicitantes prestan juramento de ciudadanía, convirtiéndose oficialmente en ciudadanos canadienses. Este proceso está abierto a los residentes permanentes que cumplan los criterios de elegibilidad, ayudándoles a integrarse plenamente en la sociedad canadiense y a disfrutar de las ventajas de ser ciudadano canadiense.